Columna de Opinión | Alerta Roja: Incendios en Chile y Sumideros de Carbono

Columna de Opinión | Alerta Roja: Incendios en Chile y Sumideros de Carbono

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este año nos enfrentamos a un nuevo récord en Latinoamérica, y nuevamente es uno nefasto para el medio ambiente y sus comunidades. Dentro de lo que va del año se han registrado más de 400.000 focos de incendios en diferentes sectores de nuestro subcontinente, el número más alto de los últimos 14 años.

Las investigaciones apuntan a una responsabilidad ligada al Cambio Climático, el que está generando condiciones de aumento de la temperatura y sequía en distintas zonas del continente, lo que acrecienta el número de días al año que presentan condiciones de alto riesgo de incendios. Estos efectos, sumados a los fenómenos interanuales de El Niño y la Niña, propiciarán las condiciones que han afectado este último año nos encontremos con este lamentable nuevo máximo que pone en riesgo la biodiversidad, la subsistencia de las comunidades y sus formas de vida.

El Cambio Climático se está convirtiendo cada vez más en un factor ineludible a la hora de pensar en estrategias que nos permitan una adecuada conservación de la biodiversidad, la protección del medio ambiente y las comunidades, pero no podemos obviar como el extractivismo y la gestión del territorio también se encuentran detrás de este alarmante suceso.

Un aumento del consumo de agua en sectores con estrés hídrico no es irrelevante, así como los intereses en el cambio de uso de suelo a favor de los sectores inmobiliario, agrícola y ganadero, quienes se encuentran detrás de la depredación de nuestras selvas y bosques, una mano invisible que lamentablemente se beneficia de los desastres y propicia esta y otras formas de depredación ambiental.

Si como sociedad estamos reconociendo al Cambio Climático como el responsable de este y otros fenómenos que ponen en riesgo nuestra calidad de vida, la prevención y contención de los incendios forestales debería también ser una de nuestras principales preocupaciones.

Sudamérica concentra parte importante de los reservorios y sumideros naturales de carbono que aún quedan en el planeta. Árboles, plantas y animales almacenan moléculas de carbono y los retienen, al reemplazar los sistemas en los que habitan por otras formas de uso de la tierra, inevitablemente este carbono terminará de vuelta en la atmósfera.

En este contexto global cabe entonces preguntarnos cuál es la situación de Chile en este tema. El número de hectáreas afectadas por incendios forestales ha ido en aumento en los últimos años encontrando dos máximos para los años 2017 y 2023. A estos factores se le debe incluir que este año corresponde a una temporada del fenómeno La Niña, el que aumenta la sequía a nivel país, dónde además aún no se le pone freno al saqueo del agua.

Chile posee importantes sumideros de carbono naturales, nos referimos con esto, a ecosistemas que capturan mayor cantidad de carbono atmosférico del que posteriormente se vuelve a emitir. Los bosques australes, las turberas, los bosques de algas pardas, entre otros, han sido indicados por estudios científicos como ecosistemas que cumplen con esta característica y debieran ser una prioridad en la conservación.

Este año la modificación del Reglamento del SEIA incluyó los sumideros de carbono como un criterio para la protección al momento de evaluar impactos, pero sin una clara definición dentro de la legislación y sin estudios de los sistemas naturales, puede quedar rápidamente en letra muerta.

Este año nos encontramos nuevamente frente a un inminente peligro de una intensa temporada de incendios forestales y debemos exigirles a nuestras autoridades planes preventivos que estén a la altura, como controles tempranos de malezas y desechos que puedan apoyar su propagación, acciones tempranas para el control de focos de incendios, más recursos para las instituciones encargadas de su control, restringir la presencia de plantaciones cerca de poblaciones humanas y la exigencia absoluta de una restauración a sus condiciones naturales de los ecosistemas afectados.

El calor que hoy sentimos, son los árboles que ya no están.

 


Santiago Hormazábal.
Biólogo Ambiental
Corporación para el Desarrollo de las Ciencias Ambientales (CODECIAM)

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Publicada
09/10/2024

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