Cada año cobra más relevancia tomar acciones concretas, coordinadas, planificadas y participativas para enfrentar el calentamiento global y las crisis ambientales que derivan de ello.

El último informe del IPCC fue devastador, dio cuenta que no hay tiempo que perder, que el calentamiento es acelerado y los cambios son inminentes.

¿Cómo nos enfrentamos a la crisis ambiental? ¿Quiénes son los responsables? ¿Qué obligaciones competen a los Estados?

En primer lugar, debemos salir de la zona de confort. El modelo extractivista instalado sostiene un sistema económico específico, que, en cierta medida, se alimenta de la creación de necesidades, objetos desechables y la comodidad.

Te recordamos que es fundamental comunicar y denunciar las prácticas que contribuyen al calentamiento global y a la pérdida de biodiversidad en el planeta.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha determinado el alcance de las obligaciones de los estados en materia de derechos humanos en el contexto de emergencia climática (CIDH, 2021). Los Estados deben crear instrumentos, políticas, planes y normas sobre el cambio climático movilizando sus recursos de manera prioritaria y progresiva, fomentando la cooperación internacional. Así mismo, deben proteger el derecho a un medio ambiente sano y sostenible como precondición para el ejercicio de otros derechos humanos, mediante acciones de prevención y reducción de emisiones contaminantes como también de planificar una transición energética limpia.

Es importante emplazar a los tomadores de decisiones para tomar acciones AHORA.

A continuación te dejamos acciones simples (y mínimas) que podemos hacer en nuestra vida cotidiana. Al comienzo quizás pueda ser difícil tomar la iniciativa y encontrar opciones que nos resulten cómodas. Pero si eres de esas personas que aman la naturaleza, puedes encontrar una forma de canalizar tus preocupaciones sobre la degradación acelerada del ambiente.