8M | Mujeres: Guardianas del Agua

Este 8 de marzo se conmemora el día internacional de las mujeres. Si bien son  muchas las temáticas necesarias y urgentes de abordar  sobre las injusticias que vive a diario la mitad de la población mundial,  en el contexto de escasez hídrica y emergencia climática que nos envuelve estos tiempos, el rol de las mujeres en el acceso y gestión comunitaria de las aguas, así como el rol gravitante que ocupan en la defensa de las mismas, nos parece fundamental.

Los problemas de acceso al agua en el mundo están en su momento más crítico.

Lugares en los que abundaba este recurso, hoy sufren largos períodos de sequía. Esto deteriora no sólo el entorno sino que afecta gravemente el derecho humano al agua y saneamiento, convirtiéndose en un riesgo para la vida y salud de la población, especialmente para niñas, niños y adolescentes.  Sin embargo, gran parte de los problemas relacionados al agua se vinculan no a la sequía sino más bien a la desigual distribución del recurso vital bajo lógicas de mercado que son contrarias a la naturaleza de bien común de este primordial elemento.

En este contexto, dadas las características de los roles que ocupa la mujer en la estructura familiar, doméstica y de cuidados, son ellas quienes se encuentran más vinculadas al uso, gestión y veneración de las aguas. En efecto, la OMS ha indicado que 8 de cada 10 mujeres son encargadas de suministrar y administrar el agua en sus hogares. (OMS, 2020) Sin embargo históricamente han sido invisibilizadas y marginadas de la toma de decisiones en relación a la gestión de las aguas en sus territorios (Henrich Böll,, 2022). Esto lleva a que muchas mujeres naturalmente se ocupen de la protección de los reservorios de aguas y de la gestión justa de este vital elemento, buscando levantar una visión integral en torno a las aguas que permita un uso racional y equitativo para todas las personas y el ecosistema.

Son muchos los escenarios a lo largo y ancho del mundo en que existen extremas dificultades en torno al abastecimiento de agua, ya sea por políticas públicas que las consideran bienes de mercado, como ocurre en Chile, sequías extremas, como en África, o incluso -en pleno siglo XXI-, en que su falta de acceso es utilizada como medio de castigo en contextos de guerra, como ocurre en Gaza. Un medio de información humanitaria de OCHA publicó en febrero de este año, Gaza se queda sin agua potable y limpia” dando cuenta de que los incesantes bombardeos aéreos han destruido al menos la mitad de instalaciones de agua y saneamiento en Gaza. Ello se suma a que Israel tiene el control civil y militar de alrededor de un 80% de las fuentes e instalaciones de abastecimiento de agua de los territorios ocupados en Palestina.

El agua es fuente de vida.

Del agua depende el ejercicio de los derechos humanos, como la vida, la salud, el medio ambiente sano, la educación, el trabajo, y en general, la posibilidad de existir depende del agua. Tanto es así que su acceso ha sido elevado a la categoría de derecho humano.

En Chile, la situación es grave. Según la Dirección Meteorológica de Chile , nos encontramos en la sequía más larga en estos últimos 60 años.  Estos últimos años el déficit hídrico ha llegado hasta el 100% en algunas regiones del país y al año 2020 alrededor de 400.000 familias son abastecidas de agua por camiones aljibe, lo que equivale al 15.4% de la población, es decir, 7 de cada 100 personas; al año 2021 el 53% de las comunas del país estaban bajo una declaración de zonas de escasez hídrica (DGA, 2022). Tanto es así que desde el año 2021 se han promulgado 78 decretos de escasez por la Dirección de Aguas en distintas zonas del país, situación que afecta  incluso en la región más austral de Magallanes y la Antártica Chilena. Esta situación es aún más preocupante en el caso de zonas rurales, donde un 47% de la población no cuenta con acceso regular a agua potable .

La situación es alarmante y exige medidas concretas.

El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre derechos humanos y medio ambiente, David Boyd, tras su  visita el año pasado a Chile menciona Chile debe responder a la crisis ambiental mediante la puesta en práctica de medidas urgentes para garantizar el acceso universal al agua limpia, al aire limpio y a los ambientes no tóxicos para todas las personas”. Recientemente el Relator es categórico en señalar que en Chile se prioriza el uso industrial del agua por encima del acceso de la población a dicho recurso, advirtiendo que «hay leyes que han privatizado el agua, así que las compañías mineras y agroexportadoras tienen agua para sus actividades mientras que miles de personas no tienen acceso suficiente y seguro al agua«.

En este desfavorable, injusto y alarmante contexto, cuando se conmemora el día internacional de la mujer trabajadora, honramos a todas aquellas mujeres guardianas de sus territorios, que día a día ponen al centro la defensa y protección de lo más esencial para el resguardo de la Vida en la Tierra: el Agua.

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