Análisis Post COP de Escazú | El futuro sostenible comienza con la protección de las y los Defensores Ambientales

El Acuerdo de Escazú: Un Pilar para la Protección de los Defensores Ambientales

El Acuerdo de Escazú, firmado por varios países de América Latina y el Caribe, es una herramienta esencial para la protección de los derechos humanos en asuntos ambientales. Este acuerdo busca garantizar un entorno seguro para que los defensores ambientales puedan llevar a cabo su crucial labor sin amenazas, restricciones ni inseguridad. Es un compromiso que los estados, incluyendo Chile, han asumido para proteger, reconocer y promover los derechos de estos valientes individuos.

 

La Importancia de los Defensores Ambientales

Los defensores ambientales son esenciales para el desarrollo sostenible. Su labor incluye la vigilancia, protección y promoción de los derechos ambientales, así como la denuncia de actividades que dañan el medio ambiente. Sin su trabajo, muchos de los esfuerzos por preservar nuestro planeta serían en vano. El Acuerdo de Escazú no solo reconoce su importancia, sino que también establece medidas para prevenir, investigar y sancionar cualquier tipo de ataque o intimidación contra ellos.

 

Acceso a la Justicia y Modernización de Instituciones

El Acuerdo de Escazú también subraya la necesidad de un acceso efectivo a la justicia en asuntos ambientales. Esto implica que los estados deben modernizar sus instituciones ambientales y comprometerse claramente con la implementación de mecanismos que permitan a los ciudadanos y defensores ambientales acceder a la justicia de manera efectiva. Este es un paso vital para garantizar que las leyes ambientales se cumplan y que los derechos de las personas y del planeta sean respetados.

 

Un Llamado a la Acción

La ratificación e implementación del Acuerdo de Escazú son solo el primer paso en un largo camino hacia la protección de los defensores ambientales. Es crucial que los estados no solo se comprometan en papel, sino que también tomen acciones concretas para asegurar un entorno seguro y propicio para estos defensores. Esto incluye la modernización de las instituciones, la promoción de la educación ambiental y el fortalecimiento de las leyes que protegen el medio ambiente.

El desarrollo sostenible no es posible sin el reconocimiento y protección de quienes defienden la naturaleza. Es necesario entender el vínculo intrínseco entre ser humano y planeta, y actuar en consecuencia para no solo pintar de verde las iniciativas, sino para asegurar que estas sean verdaderamente sostenibles.

 

Alejandra Donoso Cáceres

Abogada Universidad de Chile, Máster en Derechos Humanos, Democracia y Estado de Derecho Universidad de Alcalá, Magíster en Desarrollo a Escala Humana y Economía Ecológica © Universidad Austral. Directora ejecutiva de ONG Defensoría Ambiental.

 

Publicada
28/05/2024

Menú